¿Calambres musculares? ¡Esquívalos!
Si practicas ejercicio normalmente, seguro que alguna vez has sufrido un doloroso calambre en el gemelo o debajo de la planta del pie. Los calambres no avisan y aparecen de repente, la mayoría de las veces, cuando se practica deporte y le exigimos el máximo a nuestros músculos. Son contracciones repentinas e involuntarias de uno o más músculos que suelen producir dolor.
¿Por qué se producen los calambres musculares?
Los espasmos musculares a menudo se presentan cuando un músculo está sobrecargado o lesionado o cuando exigimos a nuestro cuerpo el máximo durante un entrenamiento. También están provocados por la deshidratación (aquí posaría el link del post de la deshidratació). Cuando los nervios que llegan a los músculos no tienen el agua y el sodio que necesitan, se vuelven hipersensibles, haciendo que los músculos se contraigan involuntariamente o convulsionen. Algunas de las causas de los calambres musculares son:
- Sobrecargas musculares debido a la intensidad del entrenamiento.
- Dejar de practicar ejercicio durante algunos días.
- Deshidratación.
- Bajos niveles de minerales como magnesio, potasio o calcio.
- Falta de electrolitos.
- Cambios bruscos de temperatura.
¿Qué puedo hacer si tengo un calambre?
Si sufres un calambre muscular, estos consejos pueden ayudarte a aliviar el dolor:
- Estira suavemente el músculo contraído. Éste es el método más rápido y sencillo de aliviar el dolor. Estirar el músculo contraído reducirá la presión sobre el músculo. Mantén el estiramiento hasta que se te haya pasado el calambre muscular.
- Aplica hielo envuelto en un material blando. Hazlo mientras realizas el estiramiento, para adormecer la zona y para que aumente la circulación al retirar el hielo.
- Masajea suavemente el músculo.
- Hidrátate cuanto antes para recuperar el líquido perdido.
No más calambres. Sigue estos consejos para evitarlos
- Estira bien tus músculos antes de practicar deporte y también después.
- Respeta los días de descanso para que tus músculos se recuperen y puedan absorber más volumen de entrenamiento.
- Hidrátate antes, durante el ejercicio y al terminar.
- Incorpora bebidas deportivas (isotónicas) durante el desarrollo de tu actividad para reponer los líquidos y minerales que vas perdiendo a través del sudor.
El calcio y el magnesio intervienen en el metabolismo energético normal, contribuyen al mantenimiento de los huesos en condiciones normales y al funcionamiento normal de los músculos. El magnesio por su parte, ayuda al equilibrio electrolítico y a disminuir el cansancio y la fatiga.
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